Tuve el privilegio de educarme en una institución construida por el Club Rotario de mi comunidad: la Ciudad Rotaria PG Julio C. García F., donde encontré la mejor atención que podía tener y buenos profesores sin costo alguno.
Más tarde, culmino mis estudios secundarios, y, a punto de finalizar la etapa universitaria, Melvin Brioso, mi padrino rotario, me invitó a asistir a una sesión en la que salieron a relucir mis orígenes y con ellos aquella gran escuela que tanto disfruté y aproveché. Todos los rotarios se alegraron al saber que sus esfuerzos han estado dejando frutos y que ahora uno de estos
chicos podría ser un futuro rotario.
Ahí me enamoré de Rotary, una organización que me apoyó sin conocerme, que por medio de sus múltiples proyectos ha venido cautivando los corazones de muchos jóvenes y familias.
Hoy tengo 25 años y digo con seguridad que Rotary, a través de sus objetivos y visión holística, me ha convertido en una persona capaz de diferenciar entre lo incorrecto y lo correcto y las cosas realmente útiles en mi juventud. He ganado innumerables amigos a quienes considero mi familia y he aprendido a utilizar mis conocimientos profesionales para brindar oportunidades a jóvenes que buscan mejorar su calidad de vida.
Rotary ha permitido que me rodee de personas capaces, proactivas y dispuestas a colaborar, lo que me ha impulsado a crecer personal y profesionalmente. Como joven, me siento inmensamente feliz. Nunca imaginé que a esta edad tendría una mentalidad tan consciente respecto al interés por el bienestar de personas que, sin conocerlas, puedo llegar a impactar.
Todo Club Rotario debe promover la integración de nuevas generaciones, acompañarlas en su crecimiento y disfrutar junto a ellas de todo su talento y voluntad de servir. Agradezco mucho que hayan confiado en mis capacidades profesionales y me hayan hecho partícipe de sus decisiones al depositar en mí responsabilidades que me hacen sentir más integrado a nuestra misión, lo cual fue fundamental para mi crecimiento.
Seré rotario hoy, mañana y siempre. Gracias por esta oportunidad.
Por Robert Nina
CR San Cristóbal – D4060