Nicaragua – La Gritería a la Purísima, única en América y el mundo

Por María Violeta Rizo Castillo

Club Rotario Matagalpa

La Purísima es una fiesta dedicada a la Virgen María que se celebra entre el 28 de noviembre y el 8 de diciembre en todos los pueblos y ciudades de Nicaragua. Esta también tiene relevancia en lugares donde la colonia nicaragüense es importante, como en Estados Unidos y Costa Rica. Esta festividad tiene una especial relevancia en la ciudad de León, donde se originó. Es considerada la tradición más popular del año para la mayoría de los nicaragüenses.

El 7 de diciembre, a las seis de la tarde, culmina la Gritería con el grito «¿Quién causa tanta alegría?». El obispo comienza a dirigir, desde el atrio de la Catedral, palabras de devoción a la Virgen María. Continúa con una alborada de pólvora, gigantonas, filarmónicos y toros encuetados. La Purísima y su cultura mariana son el mayor símbolo cultural y religioso que identifica a los nicaragüenses.

Devotos recorren las calles y visitan diferentes altares en honor a la Virgen María, en templos y casas particulares. Realizan rezos y cánticos alabando a María Santísima, queman pólvora y lanzan el grito de «¿Quién causa tanta alegría?», al que se responde «¡La Concepción de María!».

De León, la fiesta saltó a Masaya, Managua y Granada, extendiéndose por todo el país. En León, los altares son famosos y se alzan en el interior de cada hogar. En Granada, en cambio, los altares son erigidos en las calles y se realizan procesiones que van de un altar a otro.

En las ciudades del norte del país la fiesta tiene un carácter más religioso e íntimo. En Jinotega, además de cantarle a la Virgen al pie de cada altar, los grupos familiares se detienen a rezar y se sirve el agualoja, una bebida fermentada de maíz. En Chinandega, algunos grupos acompañan con guitarra los cantos de La Purísima. La carretera que une el municipio de El Viejo con la ciudad de Chinandega se ve transitada toda la noche por carros bulliciosos que llevan a los grupos a gritar de una a otra ciudad.

En Managua, el derroche de pólvora es mayor que en el resto del país. A las 12 de la noche, los juegos pirotécnicos llenan de alegría, color y ruido toda la ciudad. Los altares se construyen en los porches y garajes de las casas.

Una costumbre de estas festividades es la entrega de un obsequio a los devotos, llamado popularmente «la gorra». Este consiste en dulces típicos, cajetas de coco, de leche, de zapoyol, gofio de pinolillo, leche de burra, huevo chimbo y enchiclado; además de frutas como limones y naranjas dulces, trozos de caña de azúcar, platillos típicos como el nacatamal, bebidas como chicha de maíz, chicha de cohombro y el compuesto (ponche de frutas con una porción de ron); y postres como pío quinto, ayote en miel de dulce de caña, atolillo de maíz y arroz con leche. Todo ello en honor a la Virgen María.

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