Por PDG José Antonio Interiano Torre
¡Cómo me encanta meterme en problemas! Tuve la osada idea de escribir en torno a la paz y la resolución de conflictos, lo que resultó ser muy interesante.
En 1906, en los estatutos originales de Rotary se mencionaron los objetivos de la organización. En 1935, durante la Convención de México, se definieron los cuatro objetivos y, luego, en 1951, estos se integraron en uno solo con cuatro particularidades, tal como las conocemos ahora.
El cuarto inciso del objetivo de Rotary reza: «La comprensión, la buena voluntad y la paz entre las naciones a través del compañerismo de las personas que en ellas ejercen actividades profesionales y empresariales, unidas en torno al ideal de servicio ». Este se halla directamente ligado a nuestra labor de servicio internacional.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Rotary instruyó a los socios sobre la formación de la ONU y la importancia de planificar con miras a la paz. Textos como el folleto From Here On! y los artículos publicados en la revista The Rotarian ayudaron a los socios a conocer la ONU antes de su establecimiento formal y a seguir su trabajo luego de su fundación.
En 1945, Rotary International fue invitada por el Gobierno de los Estados Unidos como consultora para su delegación en la Conferencia de San Francisco.
Otros rotarios de África, Asia, Europa, América del Norte y América del Sur participaron en calidad de miembros de las delegaciones de sus propios países. Los rotarios también se desempeñaron como consultores de sus delegaciones nacionales.
En la actualidad, Rotary tiene la categoría consultiva más alta otorgada a una organización no gubernamental por el Consejo Económico y Social de la ONU.
El Día de Rotary en las Naciones Unidas es una celebración anual de la visión de paz que comparten ambas organizaciones, en la que se destacan las actividades humanitarias de vital importancia que Rotary y la ONU dirigen en todo el mundo.
Rotary, por medio de La Fundación Rotaria, mantiene programas enfocados en la búsqueda de la paz, por lo que creó los Centros de Rotary pro Paz, que combinan la capacitación académica y práctica con oportunidades para establecer contactos con el fin de formar a los becarios como efectivos y experimentados catalizadores de la paz.
En tan solo una década, más de 1,200 becarios se graduaron del programa Centros de Rotary pro Paz. La Fundación Rotaria otorga anualmente hasta 50 becas para cursar maestrías y otro tanto para obtener un certificado de diplomado en reconocidas universidades.
En el recién pasado Instituto Rotario de la Zona 25-A, realizado en la ciudad de Panamá, tuvimos la oportunidad de escuchar a dos exbecarias pro paz: Summer Lewis, quien obtuvo su maestría en Estudios Internacionales
Paz y Resolución de Conflictos en la Universidad de Queensland, Australia, y quien actualmente administra la alianza estratégica de Rotary International con el Instituto para la Economía y la Paz; y Rosalvina Otálora Cortés, quien, al relatar su experiencia, dijo: «Culminados los estudios de doctorado, regresé al país y me vinculé nuevamente al Centro de Investigaciones Socio Jurídicas de la Universidad Libre, en Bogotá, donde finalicé la tesis doctoral sobre responsabilidad de las empresas transnacionales y los estándares de derechos humanos, teniendo como norte siempre el aporte ético que Rotary realiza en el mundo».
También comentó: «Los rotarios pueden crear capacidades y transformar comunidades enteras». Escuchar esto hace que se me enchine la piel de la emoción, al saber que estamos haciendo el bien a muchos.
Preguntémonos: ¿Qué estamos haciendo los rotarios en nuestros países respecto a la paz y la resolución de conflictos? Dado que nuestra región es una de las más afectadas por la violencia, como podemos ver en el cuadro de insightcrime.org, es muy difícil aceptar que distritos como al que pertenezco realicen tantos proyectos con La Fundación Rotaria, pero que menos del 2 % de estos proyectos estén dirigidos hacia esa área de interés.
Fue muy interesante escuchar a Summer hablarnos sobre el trabajo por la paz positiva, la cual define de la forma más sencilla: la paz negativa es la «ausencia de violencia» y «la ausencia del miedo a la violencia, la paz positiva», es decir, las bases o los fundamentos de sociedades más pacíficas. (En el recuadro podemos apreciar las diferencias entre paz positiva y negativa).
Usualmente, los clubes, a pesar de tantos problemas que se viven en nuestras comunidades, no tienen un mapa claro de cómo trabajar proyectos pro paz. Con esta alianza que Rotary tiene con el IEP, tal como lo presenta Summer en su disertación en el Instituto Rotario, podemos obtener las siguientes pautas de oportunidades. Cito de manera textual: «Hay muchas oportunidades para rotarios en la Zona 25-A para apoyar estas iniciativas de Rotary a favor de la paz. Específicamente, quiero compartir varias actividades y herramientas de la Alianza Rotary-Instituto para la Economía y la Paz que pueden investigar y utilizar:
- La Academia de Paz Positiva de Rotary, una plataforma de entrenamiento en línea para aprender más sobre la paz positiva, cómo medir la paz y cómo un rotario puede trabajar en promover la paz a través de sus proyectos y acciones.
- Guías de facilitación y PowerPoint para presentaciones sobre la paz positiva. Hay 2 PowerPoint y guías (uno de presentaciones de 20 minutos, otro de una hora) para rotarios que quieren facilitar una conversación o minitaller sobre la paz positiva con líderes comunitarios, jóvenes y otros rotarios.
Ayudan a los rotarios a realizar capacitaciones presenciales y a facilitar diálogos que ayuden a fomentar el compromiso con la paz en la comunidad. Está disponible en español en la página de la Alianza Rotary-Instituto para la Economía y la Paz. - Un currículo para talleres. Una actividad clave que destaqué de la alianza son los talleres de paz positiva para jóvenes en México y Colombia.
- Combinado con un programa que estamos lanzando, el Programa de Activadores de América Latina, con la meta de conectar rotarios que quieren replicar actividades y talleres de paz positiva en su distrito y comunidad.
Lo que requiere este trabajo es voluntad. Que uno diga “yo doy mi tiempo”, “yo doy apoyo financiero”, “yo doy mi energía y mi compromiso”. Todo para apoyar un candidato y postularlo para la beca Rotary pro Paz, para hacer la Academia pro Paz de Rotary, para solicitar una subvención global que apoye la paz».