#RotaryMoments
Por Alba Altagracia Rosa
Club Rotario San Francisco de Macorís
Cuando Roberto Agramonte me invitó a Rotary, desconocía los valores que pregona y la satisfacción de servir a los demás. Cuán grande es el lema Dar de sí antes de pensar en sí, el cual escuché por primera vez en una entrega de útiles escolares y juguetes a niños de una comunidad cercana.
Así empecé a interesarme en conocer esta institución que hace del servicio a los demás un modo de vida; que lleva alegría a quienes menos tienen. La alegría de estos niños llegó a mi corazón y me permitió sentir la satisfacción del deber cumplido.
En septiembre de 2018 nos sorprendió el embate de la tormenta María y del huracán Irene, que con una inusitada furia tocaron nuestra población. A su paso quedó un grotesco escenario: casas destruidas y personas sin vivienda. ¡Niños llorando! ¡Qué cuadro más desolador!
Sin haber cesado las lluvias, el club se lanzó a socorrer. Todavía retumban en mis oídos las llamadas de los compañeros Ramón Magin Jiménez y Miguel de la Cruz, invitándonos a solidarizarnos con esos sectores marginados que quedaron sin casa. Ese acontecimiento nos dio la oportunidad de ir en auxilio de ellos y reparar sus viviendas, además de llevarles alimentos a los afectados.
Contactamos a Habitat International y a Shelbox International, organizaciones que en un gesto sin precedentes llegaron inmediatamente. Muchos compueblanos demostraron una solidaridad fuera de serie. Logramos la reparación y construcción de unas 70 viviendas de damnificados en las comunidades de Cenovi, La Guama, La Boca y 24 de Abril Chiquito.
Para mí fue impactante, y hasta hoy veo a Rosa Ramos, madre soltera de cuatro niños pequeños, clamando a Dios por ayuda. Aquello era desgarrador, pero, al mismo tiempo, inspirador por el gran desborde rotario de ayuda. Fue una de las beneficiarias que aún hoy pregona que los rotarios son ángeles de Dios en la tierra y que Dios escuchó sus oraciones. Desea que existan muchos rotarios para seguir ayudando a sus vecinos.
Esas palabras tocan el corazón y hacen sentir la satisfacción del deber cumplido. Quiero que otros amigos se motiven para visitar un Club Rotario a fin de que vivan como yo las experiencias de vida que nos brinda Rotary y demostrar que Rotary abre oportunidades.
