Por Ana Margarita Chávez Escobar
Club Rotario San Salvador Cuscatlán
El 5 de mayo de 2024 se celebró el cuadragésimo segundo Festival de las Flores y las Palmas en el pintoresco distrito de Panchimalco, municipio de San Salvador, El Salvador. Año con año, se realiza la procesión de las palmas durante el primer domingo de mayo, para recibir las lluvias y honrar a la Virgen María.
El festival cuenta con muchos elementos que vinculan las tradiciones indígenas precolombinas con las católicas. Es una de las tradiciones en que se destacan el colorido, la música de banda, las danzas tradicionales, la quema de pólvora (en especial cohetes de vara), el arte en la decoración de las palmas y la devoción a la Virgen María.
Es importante destacar la participación de la comunidad en las cofradías que diseñan las palmas decoradas con flores de la época. En El Salvador, las cofradías, que consisten en hermandades religiosas, surgieron en la época colonial y pasaron a ser espacios en los que las comunidades indígenas se pudiesen organizar y así fortalecer los lazos culturales.
Miles de personas nacionales e internacionales se dan cita en las calles de Panchimalco para disfrutar de este maravilloso espectáculo. Llenos de fe, caminan hacia la iglesia de la Santa Cruz de Roma, conocida como iglesia de Panchimalco, cuya campana data de 1563 y que ha sido declarada Patrimonio Cultural.
Antiguamente, este festival era conocido como Las Tardes de Mayo o Tardes de María, pero en 1980 fue reconocido como Feria Cultural de las Flores y las Palmas. Tiempo después, en 2023, fue declarado Bien Cultural Inmaterial de El Salvador.
La belleza de esta zona del país, a solo 40 minutos de la capital, permite alejarse del bullicio y gozar de la naturaleza, donde se puede visitar la Puerta del Diablo y otros lugares de interés. Esto ha motivado la creación de hospedajes, entre ellos La Casa del Árbol y la Estancia de Alba Clara, hoteles y restaurantes que ofrecen de las mejores pupusas de El Salvador.
