Historia de una de las delicias “nicas”: El Vigorón… Nicaragüense por gracia de dios.
El Vigorón es un plato típico nicaragüense reconocido hoy en día por grandes figuras de la gastronomía nacional e internacional. Sus raíces inician en la bella Ciudad Colonial de Granada. Esta delicia nica no solo se sirve en hoja de chagüite, sino en hoja de nella, que crece en la laguna o humedal en camino a Malacatoya por millones.
El Vigorón se convirtió en uno de los platos típicos de mayor predilección para los nicaragüenses. Fue inventado por la señora María Luisa Cisneros.
La historia se inicia en el año de 1914, cuando se comenzaba a encender el espíritu deportivo nicaragüense por la práctica del hoy deporte rey de la afición pinolera: El béisbol. La fanaticada granadina es la que inicia el consumo de alimentos elaborados artesanalmente por las vende refrescos y golosinas. La competencia entre las vendedoras hizo que doña María Luisa, ideara la venta de algo distinto y llamativo.
Jamás se imaginó que la idea de vender un nuevo producto alimenticio para competir con las otras vendedoras de comida, se iba a convertir en uno de los platos típicos de Nicaragua.
Se le ocurrió preparar un plato con yuca cocida, ensalada, vinagre, chile congo, un pedacito de chicharrón tostado, un puñito de sal y lo sirvió en las hojas de chagüite, tendido en la palma de la mano.
Ella también inventó el nombre del producto: El Vigorón.
Doña María Luisa era un personaje muy popular en los campos de béisbol, por sus manifestaciones de alegría y sus palabrotas bullangueras que hacían exaltar los ánimos de los fanáticos. Un día, doña María Luisa pegó un grito que a todos hizo voltear a verla: ¡El Vigorón…! ¡El Vigorón! Fue en un día de 1914, no precisado por algún historiador Nica.
El vigorón sólo era conocido como un tónico reconstituyente de esa época que se propaganizaba en la paredes exteriores de las boticas y farmacias. En la gráfica publicitaria se mostraba a un hombre tipo atlético, una masa de músculos que tomando a un toro por los cuernos, los hacía retroceder. Esto mostraba que el susodicho tónico Vigorón daba la fortaleza deseada al más enclenque varón. El lema pegajoso del tónico fue ‘vigorón vigoriza’.
Doña María Luisa fue capaz de relacionar su producto creado con lo del llamativo anuncio del maravilloso reconstituyente. Muy probablemente al quedar viendo sobre una pared el afiche, se le ocurrió llamar a su plato El
Vigorón. Ella sólo pensó en algo que daría fuerza no sólo a los hambrientos y sedientos fanáticos beisboleros de
Granada, también pensó en los peloteros. Los jugadores fueron los primeros en probar el platillo verde que despedía un aroma que a todos conquistó como por encanto de Las mil y una noches.
Hace ya más de 100 años se inventó El Vigorón, auténticamente granadino, para después volar a toda Nicaragua, a lugares populares, deportivos, callejeros, elegantes, aristocráticos de alta distinción y a las comunidades nicaragüenses del exterior, como Miami, donde se conserva exactamente como lo inventó doña María Luisa Cisneros. Sin duda, el Vigorón es un alimento exquisito que se puede disfrutar en Nicaragua y más allá de sus fronteras.
Ingredientes
Para el chicharrón:
1 kilo de chicharrón de cascar
2 dientes de ajo
1 naranja agria o 1 limón
Manteca de cerdo
Sal al gusto
Para la ensalada:
1/2 kilo de repollo
250 gramos de tomate
Sal y vinagre al gusto. Puede agregar mimbre
Para la yuca:
1 kilo de yuca
Preparación
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Procedimiento: Pelar y lavar la yuca. Cortarla en trozos regulares y hervirla en abundante agua hasta que esté tierna. Sacarla del agua y dejar enfriar.
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Para hacer el chicharrón la mejor parte del pernil es aquella que conserva la piel y el tocino que está por debajo, ya que esto asegura un óptimo chicharrón crujiente y tostado. Cortar la carne en trozos del tamaño de un bocado y dejar marinar con el jugo de naranja agria o limón, el ajo y la sal durante una hora.
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Escurrir la marinada de la carne y freírla en abundante manteca de cerdo a fuego alto, sin dejar de revolver hasta tostar. Retirar con una espumadera y reservar.
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Rebanar y picar finamente el repollo. Cortar el tomate en rodajas y luego en cuadraditos. Mezclar y aliñar con vinagre y la sal.
Foto: fromnicaragua.com