Todos los días alrededor del mundo algún proyecto de la familia rotaria está siendo pensado, creado o implementado. Rotary nos recomienda que un primer paso para solucionar un problema es acercarnos a la realidad que queremos cambiar. Utilizar herramientas para recolectar información que nos permitan crear proyectos adecuados a problemas reales. El diagnóstico junto a la comunidad es el principio proyectos de cambio exitosos.
Siguiente paso: ir al origen de las ideas: ¿Qué emociones me causó la experiencia que me hace querer actuar? ¿Por qué hacerlo? En las comunidades se mezclan emociones que nos inspiran a querer cambiar ese pedacito del mundo, a tomar acción por una causa que vale la pena. De bajo o alto impacto, cualquiera que sea el proyecto, tener claro el propósito será clave.
Con un propósito, será más fácil crear el proyecto. El perfil de un proyecto debe reflejar el «por qué». En tres páginas, o menos, debemos cautivar y convencer al lector. Exponemos el problema por solucionar (utilizar fotos para personas más visuales), la justificación de la intervención, el alcance del proyecto y los indicadores de medición del impacto esperado en la comunidad. Importante es señalar un presupuesto formal y las estrategias de recaudación de fondos e intervención y cronograma de actividades. Estos elementos son relevantes en un buen proyecto.
En concursos por fondos, los proyectos exitosos son los que tienen, en general, perfiles bien elaborados. No hay proyecto buenos o malos, solo mal planteados. El perfil no queda escrito en piedra, lo podemos mejorar en el camino sin perder el enfoque, la causa.
Que el proyecto no se quede en papel. Hay que lograr quiénes lo conozcan sientan las emociones que tuvimos cuando surgió la idea y que quieran sumarse a la causa. Los humanos somos seres movidos por las emociones, pues 4/5 partes de nuestro cerebro es emocional. Algunos proyectos serán difíciles, pero el cielo es el límite cuando conocemos nuestro porqué e inspiramos a los demás.
«Las personas no compran los QUE haces, ellos compran el PORQUÉ lo haces». Simon Sinek.