Por Ana Margarita Chávez
Club Rotario San Salvador Cuscatlán
Hablar del Mes de la Paz y la Prevención de Conflictos es llevarnos a meditar seriamente y con responsabilidad en lo que debemos hacer para que todos los seres humanos vivamos en un mundo mejor.
Según el informe La oportunidad de la paz, redactado por la FIP, «durante años se aplicó la tesis de que la paz (o la pacificación) sería el resultado del desarrollo generado por la inversión, el cual estaba estrechamente relacionado con la garantía de condiciones de seguridad. Hoy sabemos que necesitamos 
conectar la agenda de la paz con muchas más agendas: la del buen gobierno, la de la lucha contra la corrupción, la de la eficiencia en el gasto público, la de la inequidad, la de la productividad, la de la seguridad ciudadana la de la justicia y la de la educación».
Los rotarios, como constructores de la paz, hemos descubierto que una de las mejores estrategias es conectar la agenda de inversión con la educación y con el desarrollo de capacidades de liderazgo, comprometiendo a los empresarios, a la sociedad civil y a las comunidades marginales y, además, estableciendo agendas compartidas mediante enfoques participativos.
En ese sentido, el Club Rotario San Salvador Cuscatlán trabaja con la empresa privada y con las comunidades, dedica gran parte de sus recursos para llevar mochilas escolares a lugares recónditos del país, desarrolla programas de educación construyendo centros de cómputo y, además, se envuelve en la función didáctica impartiendo clases de robótica a niños de escasos recursos, las cuales los motivan para
que desarrollen su creatividad y se alejen del camino incorrecto, a fin de que, guiados por la mano de Dios, utilicen sus energías positivas en la creación de una verdadera cultura de paz.
Sin lugar a dudas, todo esto requiere liderazgo y capacidad de innovación, dos características inherentes a los rotarios del mundo, quienes, apuntando a las estrellas, van rompiendo fronteras, seguros de que en un futuro cercano, la cultura de la paz y la cultura del bien prevalecerán sobre el mal y alcanzarán a todos los habitantes del planeta brindándoles prosperidad humana, espiritual y económica.
