Por Christtel Caceres de Wittry
Club Rotario de Roatán
Luego de una década, en la pequeña isla de Santa Elena el acceso a la tecnología era solo un sueño. Los niños crecían desconectados del mundo digital. Este año, Santa Elena celebra un hito educativo, ya que todo cambió cuando la isla se enlazó finalmente a la red eléctrica y a la fibra óptica, lo que les abrió la puerta a nuevas oportunidades.
Con este avance, el Club Rotario de Roatán, el Club Rotario de Edmonton Glenora y la Fundación Zamora Terán pusieron en marcha el proyecto One Laptop per-Child, con una inversión de USD80 500, financiada por Rotary International y el Roatán Children’s Fund.
Gracias a Rotary, 120 niños y docentes recibieron computadoras, formación y tuvieron acceso a recursos educativos digitales. El proyecto busca cerrar la brecha digital, fomentar el aprendizaje interactivo y empoderar tanto a estudiantes como a maestros; todo ello contribuirá a reducir desigualdades, y ofrecerá a las comunidades marginadas instrumentos de trabajo para el futuro.
Santa Elena es accesible solo por agua, por lo que este desafío elevó los costos. Sin embargo, los rotarios demostraron que donde hay necesidad siempre habrá gente de acción. Hoy, Santa Elena está conectada al mundo y Rotary está firme en su compromiso con la educación.