Por Gretchen Rojas Alvarado
Club Rotario Alajuela
En el corazón de la comunidad de Alajuela, un grupo de jóvenes decidió que su misión de servicio iría más allá de lo habitual. Inspirados por el legado del médico estadounidense Patch Adams, los estudiantes del Club Interact San Diego Bilingual High School, del Club Rotario de Alajuela, dieron vida al proyecto Sonrisas.
Todo comenzó con una idea interna y una conexión afortunada. Un padre del club, médico del Hospital Nacional de Niños, sirvió de puente para reactivar un antiguo programa de risoterapia que el hospital había suspendido. La idea de llevar alegría a los pequeños pacientes resonó de inmediato. Tras dos meses de meticulosa planificación, que incluyó ensayos y coordinaciones con el médico y las autoridades del hospital, el proyecto tomó forma.
La fecha elegida, cercana al Día del Niño, prometía ser memorable. El día 5 de septiembre, nueve interactianos, vestidos como superhéroes y personajes de fantasía, se convirtieron en embajadores de la felicidad. Su primera misión fue entregar pañales y toallitas, artículos de primera necesidad que Interact adquirió con el apoyo de toda la comunidad educativa. Además, cada niño recibió una tarjeta con un mensaje personal y un dulce.
Al llegar al hospital, fueron recibidos por el médico y las autoridades; recorrieron las salas y llenaron los pasillos con risas y color. El ambiente se transformó: los superhéroes y las princesas brindaron a los niños un respiro de sus dolencias, un momento para soñar más allá de las paredes de su habitación.
Ese día, el Club Interact no solo entregó insumos y sonrisas, sino que también adquirió un nuevo compromiso: regresar. El éxito de esta primera jornada ha garantizado que el proyecto Sonrisas volverá para seguir sembrando alegría y esperanza en los corazones de los más vulnerables.
Este proyecto es un testimonio del poder de la juventud y el espíritu rotario, lo que demuestra que con empatía, planificación y un toque de fantasía se pueden lograr grandes cambios.